Leonardo Da Vinci, un arte inmortal

MÉXICO, D.F., abril 14 (EL UNIVERSAL).- Desde 2011, el arte, y en específico la pintura, se vive de diferente manera, porque en ese año la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) acordó instituir el 15 de abril como el Día Mundial del Arte, en homenaje al pintor italiano Leonardo da Vinci.

El artista nació la noche de un sábado 15 de abril del año 1452 en una pequeña villa toscana llamada Vinci cercana a Florencia, al norte de Italia.

A lo largo de su faceta como pintor Leonardo da Vinci pintó 25 cuadros, de los que se conservan 15. De éstos destacan las mundialmente famosos, pero también parodiados “La Virgen de las Rocas”, “La última cena”, “La Gioconda” y el dibujo del “Hombre de Vitruvio”, entre otros.

Admirador de la naturaleza y los animales, Da Vinci tenía fama de ser tan compasivo con ellos que compraba aves enjauladas para luego ponerlas en libertad.

Sin embargo, esa compasión no fue reciproca por quienes le envidiaban o condenaban. A los 24 años, Leonardo fue acusado públicamente de practicar la sodomía; la acusación no paso de un escándalo que no llegó a los tribunales inquisitorios, pero si puso en entredicho la tendencia sexual del pintor.

Después, a los 30 años fue excluido del grupo de los mejores pintores de Florencia, entre ellos Miguel Ángel y Sandro Botticelli, enviados a Roma para decorar la nueva Capilla Sixtina que comenzó en 1481. La razón: las pinturas de Da Vinci eran más expresivas, más reales, superaban los cánones del arte de la Iglesia católica.

La segunda vergüenza pública por la que atravesó el pintor ocurrió en 1514 cuando da Vinci se había adentrado en el estudio del cuerpo humano y el Vaticano lo acuso de necrofilia, adoración de los muertos y se le prohibió continuar con sus estudios.

Dolido por este hecho Leonardo partió a Francia en donde el rey Francisco I lo acogió en su corte hasta su muerte en el feudo de Ambiose, el 2 de mayo de 1519 a los 67 años de edad, con el brazo derecho paralizado después de sufrir un derrame cerebral y acompañado únicamente de su fiel aprendiz Francesco Melzi, a quien heredó sus proyectos, diseños y pinturas. En sus últimos días pidió que se le instruyera en el catolicismo, confesó sus pecados y tras morir, se dice, en brazos del rey Francisco I, se unió a la inmortalidad de sus obras.

El pintor, amigo de Maquiavelo y del rey Francisco I de Francia...

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