Madres en lucha para evitar dolor a sus hijos

(Material de EL UNIVERSAL+)MÉXICO, D.F., mayo 10 (EL UNIVERSAL).- Prohibido claudicar, estar cansadas o derrumbarse: son mujeres que deben apoyar al ciento por ciento a sus niños hospitalizados. Para ellas, el 10 de mayo es sinónimo de apoyo, lucha y fortaleza hacia los suyos.

Rinden honor todos los días a la palabra madre: sus hijos requieren cuidados mayores; por lo tanto, esta fecha conmemorativa, es quizás, solo un día más en el que permanecen al lado de sus hijos en el Instituto Nacional de Pediatría (INP). Justamente por ello a lo largo y ancho hay globos y cartulinas que hacen alusión a este día. "Honor a quien honor merece".

Otras cuidan de sus hijos en casa, apoyadas por la Unidad de Cuidados Paliativos de dicha institución. Se les considera cuidadoras primarias que cuentan con el apoyo de un equipo interdisciplinario constituido por médicos, sicólogos, tanatólogos, y enfermeras del INP, que facilitan el control y cuidado no solo de las personas enfermas sino el de sus familiares.

Actualmente la Unidad de Cuidados Paliativos del INP, da atención a mil 200 niños y a sus cuidadoras primarias, generalmente madres de familia. Son pacientes con calidad de vida muy limitada por enfermedades avanzadas, progresivas e incurables. El 25% de los pacientes atendidos aquí fallecen en su casa.

Las madres son capacitadas para preservar la búsqueda de una muerte apacible, como ocurrió con Kevin Rico Estrada, quien falleció el 9 de mayo de 2012 bajo los cuidados y la compañía de Dulce, su madre.

Kevin nació con trisomia 5 P11, nunca caminó y desde los 14 años fue cuidado y atendido por el INP, y la Unidad de Cuidados Paliativos en su casa. "No estuve sola en este proceso como madre, y la Unidad me instruyó para hacerle frente a lo inexorable. Me enseñaron por ejemplo a respirar para controlar el estrés, algo que parece tan sencillo, pero que yo desconocía. Me hablaron también de la importancia de que tuviera un proyecto propio y exitoso, a pesar de lo que estaba ocurriendo con mi hijo. Yo necesitaba estar bien para mí y para él", refiere Dulce quien comenzó a tomar clases en una academia de belleza, para así volver a adquirir el control de su vida.

Apoyo continuo

EL UNIVERSAL acompañó a Cristina Reyes Lucas, enfermera y tanatóloga del INP, durante una de sus visitas a casa de Margarita, madre de Lupita, una niña de 11 años, en la etapa terminal de su vida. La familia recibe cada dos semanas a los integrantes de esta Unidad, para resolver las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR