Memorias de un utilero

(MATERIAL EXCLUSIVO PARA MEDIOS IMPRESOS. QUEDA PROHIBIDA SU PUBLICACIÓN EN INTERNET)Antonio Esquivel BernalMÉXICO, D.F., julio 24 (EL UNIVERSAL).- El futbol es un mundo mágico y lleno de recuerdos. Jugada tras jugada, partido tras partido y título tras título conforman la historia de este deporte. Sin embargo, el utilero es uno de esos entes que deambulan en las canchas y que en su memoria tienen esa anécdota, esa experiencia o ese recuerdo que suele mostrar una cara diferente, chistosa o pícara del balompié y de sus personajes.

Celeste desde la cuna

Pablo Coria es utilero de Cruz Azul y con más de 26 años al servicio de La Máquina confesó que su primer contacto con el equipo de sus amores se debió a una de esas mentiras blancas.

“Cuando Cruz Azul entrenaba en el Seminario Menor, que se ubicaba en Acoxpa, yo era un niño que quería ver a los jugadores, así que llegaba a mi casa, dejaba mis útiles y corría a la calle donde los futbolistas dejaban sus coches y cuando salían les decía que les había cuidado su carro y me daban 50 centavos o un peso, sin que les hubiera cuidado nada”, afirmó.

Con el tiempo su abuelita abrió un estacionamiento y ahora sí se dedicó a lavar los autos de los jugadores: “Entonces Rogelio, que era un utilero del club, se tuvo que ir a Jasso, Hidalgo, y me invitaron a trabajar aquí. Así que llegué a trabajar al equipo de tercera división”.

Coria presumió que se llevó muy bien con todos los jugadores, pero dos con los que tuvo un trato más cercano por su trabajo fueron Luis Flores y Patricio Hernández: “A Luis lo conocí cuando llegó de España y como tuvo que hacer una pretemporada especial, yo era el encargado de darle su material. En el caso de ‘El Pato’, llegaba temprano a entrenar con el equipo, pero siempre se quedaba hasta las cuatro él solo y lo acompañé en ese tiempo extra”.

Pero de quien guarda un cariño especial es de Juan Francisco Palencia: “Con Paco viví una muy importante, pues me tocó verlo desde los 14 años que llegó a probarse en Cruz Azul en fuerzas básicas y me tocó todo su proceso. Como quien dice, fuimos de la mano en los equipos aquí en Cruz Azul”.

El sólo mencionar el nombre del ahora director deportivo de Chivas le hizo recordar una anécdota muy chusca: “Cuando fuimos al torneo Teresa Herrera, en España, tanto Palencia como Óscar Pérez me decían que me iban a romper mi madre y yo sólo me reía”.

Luego de esbozar una sonrisa por esa remembranza, continuó su relato:Antes de irnos al entrenamiento me...

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