A más de un mes del 19-S, la ayuda baja

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 22 (EL UNIVERSAL).- Itzel Sandoval comparte su cama con su hermana, y su cuarto con otras 11 personas. Lo que fue, hace más de un mes un centro comunitario en la colonia Centinela, al que llevaba a su prima menor, hoy es el hogar donde come y duerme.

"Traía a mi sobrina a clases de taekwondo, y de repente, estamos aquí en la noche. Nunca piensas que no vas a tener dónde dormir o hacer tu comida", explica.

Uno de los salones con espejos y cajones en los que guardan accesorios clases de baile hoy tiene nueve colchones en el suelo cubiertos con cobijas. Las pertenencias de Itzel, como peines, maquillaje y medicinas están acumuladas en un rincón.

Todos los colchones tienen un letrero escrito en una hoja blanca como aviso de que ese espacio de dos metros cuadrados pertenece a alguien que tenía su casa en el multifamiliar de Tlalpan.

A poco más de un mes del 19-S, la mayoría de los albergues en la Ciudad de México cerraron sus puertas; sólo cuatro campamentos continúan instalados en las inmediaciones de edificios colapsados o con alto riesgo. La delegación con más campamentos para damnificados es Coyoacán, con tres alrededor del multifamiliar de Tlalpan: uno sobre la avenida Álvaro Gálvez y Fuentes; otro sobre Avenida 8, y el último en las canchas de la unidad.

El número de personas que duermen en estos campamentos sube o baja según el día de la semana. De lunes a viernes se presentan alrededor de 50; en fin de semana son más de 100. En total, 500 familias resultaron afectadas por el derrumbe de una de las torres, porque las edificaciones contiguas están desalojadas.

Otros damnificados del multifamiliar se refugiaron en la escuela primaria Fray Eusebio Kino, en la misma colonia. Vivieron en ella un mes, pero el pasado miércoles les pidieron que sacaran sus cosas porque las clases se reanudarían. Es por ello que las 20 personas se mudaron provisionalmente al centro cultural, a cinco metros, donde habitaban otras 17 personas, incluida Itzel.

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