A la mitad del foro

Estado de excepciónLeón García Soler

EL UNIVERSALEl tiempo pasa. Se puede agotar la paciencia, o un plazo apresuradamente fijado ante la indignación de los de abajo y la prepotencia de los de arriba. Nadie puede poner en duda la violación a las normas del Derecho, los daños y perjuicios causados por las marchas y bloqueos carreteros de integrantes de la CNTE.

La ineludible consecuencia de dañar a los más pobres y no únicamente a los gobernantes y los oligarcas a quienes éstos sirven. Enfrentar la desobediencia civil con la fuerza armada de policías incapaces de contener sin reprimir, de resistir sin ceder, obliga a la intervención militar, a que el gobierno declare el estado de excepción.

Así fuera el ?estado de excepción ficticio? al que recurrió Felipe Calderón Hinojosa para iniciar su guerra contra el crimen organizado, que desató la violencia y ha sembrado la geografía nacional de cadáveres, de tumbas clandestinas y fosas comunes cavadas obscenamente por algunas procuradurías estatales. Se ha llegado al límite del desencuentro brutal y cínico entre los maestros de la Coordinadora y las autoridades que engendraron esa disidencia, la toleraron, le entregaron recursos económicos y finalmente el control del sistema educativo, en busca de cómplices en la disputa por el poder, o la semblanza del poder constituido como arma para acumular riqueza. Es tiempo de reconocer la inutilidad del diálogo entre partes que demandan lo imposible.

Es hora de la política como arte de lo real y lo posible. A los males endémicos de nuestro sistema político se añaden los del aplastante efecto de la globalización, del imperio del capitalismo financiero. Desde la Patagonia, durante la Cumbre de la Alianza del Pacífico, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, diría en entrevista al diario El País que las reglas del juego y los actores han cambiado: ?Tengo la impresión de que la crisis de la política es universal. En América Latina y en Europa. Los partidos tenemos que replantearnos todo. La democracia representativa por sí sola ya no da respuesta a los anhelos de la gente de ser parte constructora de la sociedad?. Invocó la salida del Reino Unido de la unión Europea y los mensajes xenófobos:

?Detrás del Brexit y del éxito de Trump hay algo claro, y lo hemos sabido siempre. La globalización ha aumentado las desigualdades. Pero la globalización es un hecho, no va a desaparecer. Estamos conectados por todos lados. Tenemos desafíos enormes que no podemos resolver...

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