Mochilazo en el tiempo

Paragüero: el oficio que no hay a quien heredar

EL UNIVERSAL

Don Cuco sostiene entre sus manos un trozo de tela atorado entre varillas de metal. Todo parece ser un caos que no tiene remedio. Aquella pieza que don Cuco maneja con soltura entre sus manos, mientras la examina, es un paraguas descompuesto desde hace año y medio, que bien podría irse a la basura; pero que su dueña, la señora Araceli, quiere que lo reparen porque le tiene afecto y no quiere deshacerse de él, por eso lo llevó con don Cuco: el artesano que revive estos objetos que consideramos desechables.

La reparación le costará a la señora Araceli entre 100 y 150 pesos, cantidad suficiente para comprar hasta dos o más paraguas nuevos, pero para ella bien vale la pena el gasto, al tratarse de un objeto que lleva tiempo en su familia y que es de mejor manufactura que la mayoría disponible en el mercado.

A unos pasos del Teatro Blanquita se encuentra la paragüería París, uno de los pocos establecimientos especializados en la venta y compostura de paraguas en la capital, sitio en el que don Cuco se encarga de reparar y dejar como nuevos estos artículos que ayudan a protegerse del sol o la lluvia.

?Voy a cumplir 41 años en el oficio, el negocio va a cumplir 60 más o menos?, cuenta a EL UNIVERSAL el hombre de 57 años de edad.

Esta paragüería la fundó el señor Valeriano Fernández y su cuñado en la década de los 50. Esta familia llegó de Orense, España, a la capital mexicana y pusieron el negocio. Cuando el dueño falleció, su esposa y su hija quedaron al frente y don Cuco siguió con ellas a pesar de las bajas ventas.

?Llegué aquí a los 16 años un primero de septiembre de 1975 con ganas de aprender y trabajar. Fueron inicios difíciles porque no sabes nada de esto?, cuenta don Cuco. Tardo tres años en aprender el oficio.

Aunque comenzó a trabajar desde los nueve años; aquellos empleos, que incluían varios locales de comercio y hasta desempeñarse como niñero, lo curtieron para el trabajo al que ha dedicado su vida.

El local funge también como afiladuría, pues la piedra utilizada para esta práctica es originaria de la ciudad donde nació el señor Fernández. Don Cuco no sabe qué relación tiene una actividad con la otra, pero realiza las dos.

- Paraguas cosidos a mano con nylon de importación

En el local venden paraguas de una compañía de Vigo, España. La diferencia con los de aquí, dice don Cuco, es que esos tienen reparación, porque hay piezas para sustituir, los otros no. Sin embargo, en la...

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