Mochilazo en el tiempo

Pajaritos, ahora te leen la suerte? en las cantinasEL UNIVERSAL¿Cómo te llamas?, esa es la pregunta que Marcos Vargas Ortiz, entrenador de "pajaritos de la suerte", les realiza a los interesados en saber su futuro. Después, cuando el instructor llama para salir de su jaula a Charrascuás o Chanclitas, los canarios con los que trabaja, estos sacan con su pico un par de papelitos de una caja de madera con divisiones: uno dice el presente de las personas y el segundo, el futuro.

Dependiendo el color, es el porvenir de los interesados. Por ejemplo, las cartas en rosa anuncian el buen camino, paz y amor en abundancia; por su parte, las verdes, prosperidad, felicidad, energía positiva.

Los pajarito Rosita y Estrellita acompañan al restaurante Arroyo todos los fines de semana a Juan Velásquez, uno de los tres entrevistados por este medio. Su tarea no sólo es sacar el papel, sino simular que hablan por teléfono, levantar el sombrerito, entre otros.

"Se llama Juan. A ver, ¿qué le vas a decir al caballero? ¡La dicha y felicidad! Son positivas sus cartitas: le está marcando la de color blanco, la cual anuncia la estrella que ilumina su camino y lo protege de envidias y peligros". El segundo mensaje, envuelto en papel metálico, es secreto y sólo Juan podrá leerlo. Sin embargo, por su cobertura azul, el presagio es de paz y armonía. "¡Muy buen color de cartas!", enfatiza Marcos Vargas, luego de que las aves hicieron su labor.

Los clientes son de todas las edades: niños, jóvenes y adultos mayores. En esta foto se registró la suerte de Juan en la calle Ignacio Allende del centro de Coyoacán.

Las estrellas del trabajo, Carrascuás y Chanclitas, son dos canarios de diferente color: el primero es amarillo con algunas plumas blancas en los costados, y el segundo, de tonalidades sepia. Ambos tienen ocho años de haber sido entrenados por Vargas, un hombre con 52 años de experiencia.

Él aprendió el negocio de su abuelo desde los ocho años y en ese entonces, cobraba 5 centavos por adivinar con los pájaros la suerte. Ahora, el costo es de 25 ó 30 pesos por suerte, la cual incluye algunas demostraciones de "trucos" por parte de los pequeños alados. Dice no saber el número de clientes por día, pero siempre hay alguien curioso por saber su porvenir.

Actualmente, Vargas Ortiz sale los sábados y domingos al centro de Coyoacán para predecir el futuro, pues entre semana trabaja en una imprenta. Dice que esta actividad sólo la realiza para "ganar un dinerito extra" y continuar con la tradición.

El hombre sale de su casa con su tripie de patas amarillas, color rojo y algunas franjas verdes; una base blanca con dos cajoncitos (uno con mini sobres y en el otro hay alpiste); lleva también la cajita con decenas de papelitos con el futuro escrito y, claro, la jaula con Carrascuás y Chanclitas dentro. Se instala en la calle Ignacio Allende, cerca del Jardín Hidalgo en Coyoacán.

Ahí, comienzan a salir los comensales del restaurante "El Morral"; pasan jóvenes y adultos, quienes miran a las aves con curiosidad. Algunos niños convencen a sus padres de pagar unos pesos para que los "pajaritos les hagan trucos" y así comienza "la magia": "¡Carrascuás, sal a saludar a Mateo! Enséñele cómo vas a hacer el avioncito". El ave observa a los...

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