Mochilazo en el tiempo
A 110 años del Tribunal para MenoresRuth Gómez y Carlos Villasana
EL UNIVERSALLa historia de la antiguamente conocida como "Escuela Correccional para Menores" se remonta a principios del siglo XIX; que en esa época pertenecía a la Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Interiores y Exteriores. Tiempo después, se creó la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública y la "correccional" quedó a su cargo.
Este lugar tiene sus antecedentes en el siglo XIX, en la zona que hoy conocemos como Tlalpan esquina con Viaducto, se encontraba junto al antiguo Hospicio para Pobres; sin embargo, esta institución no hacía diferencia entre los castigos dictados a infractores a menores de edad y a adultos.
Ese hecho generó preocupación entre las personas interesadas en la calidad de vida de los niños y jóvenes, por lo que en 1841 Don Manuel Eduardo de Gorostiza -dramaturgo, periodista y diplomático-, un consagrado filántropo, estableció la Casa de Corrección para Jóvenes Delincuentes, convirtiéndose en la primera institución en América que tuvo este propósito; la casa estaría anexada al Hospicio de Pobres -Calzada San Antonio Abad casi esquina con Viaducto, hoy cuartel de Guardias Presidenciales- y funcionaba con fondos del propio Gorostiza y también de la administración municipal.
El 7 de diciembre de 1871, el Congreso expidió un decreto que ordenaba que el Hospicio de Pobres fuera destinado para la educación y corrección penal de los jóvenes delincuentes por lo que fueron ingresados en el sistema penal y para 1884, comenzaron a ser enviados al Ex-Convento de San Pedro y San Pablo -actualmente Museo de las Constituciones de la UNAM en el Centro Histórico- aquellos que cometieron delitos menores y quienes violaron gravemente la ley, eran enviados de inmediato a la Cárcel de Belén.
El Ex-Convento de San Pedro y San Pablo funcionó como correccional por poco más de dos décadas y por con un sobrecupo constante, por lo que a inicios del siglo XX fue necesario plantear una reubicación y la gestión de una nueva sede.
Tal cual solía hacerse, se pensó que el lugar estuviera en la periferia de la ciudad, para que tuviera dos características esenciales: un predio con espacio y aislamiento suficiente. Estas características se encontraron en un terreno conocido como "Quinta de Tesorero" en el pueblo de Tlalpan, cercano a la estación de tranvías, lo que facilitaría la comunicación entre la correccional y la capital.
La construcción de la nueva sede comenzó casi...
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