Mochilazo en el tiempo

El primer hipódromo de la capitalCarlos Villasana y Ruth Gómez

EL UNIVERSALAl norte de la ciudad existe una colonia cuyo nombre es el único recordatorio de lo que alguna vez existió en la zona: la (Ex) Hipódromo de Peralvillo.

Inaugurado en 1882, según información del periodista, vecino e investigador de la zona David Sánchez, el hipódromo contaba con un terreno de 600 mil metros cuadrados y se infiere que estaba en el polígono que forman la Calzada de la Ronda, la Calzada Vallejo, la calle Juventino Rosas y la Calzada de los Misterios.

Manuel Rivera Cambas, en su obra "México Pintoresco, Artístico y Monumental", describe que el hipódromo tenía dos pistas, una recta y otra de forma circular, comprendidas en una elipse. La pista recta medía 700 metros y la circular mil 500 metros.

Antes del hipódromo, las carreras hípicas se realizaban de manera improvisada por San Lázaro o en el Rancho de Nápoles y, tras la apertura, Rivera Cambas documentó que en las primeras tres funciones del Hipódromo de Peralvillo, se llevaron el triunfo los caballos Halcón Negro y Carey, el primero de raza mexicana y el segundo de raza norteamericana.

"Ahí se celebró por primera vez en la ciudad, una carrera de autos. Asimismo, se llevaron a cabo carreras de bicicletas" comenta David Sánchez.

A pesar de su ubicación, para la clase alta del Porfiriato la apertura del hipódromo significó que, por primera vez, se tenía un sitio de encuentro digno para su esparcimiento en una ciudad que estaba obteniendo todos los beneficios de la modernidad.

Según el investigador del INAH, Héctor Aguilar, al interior del recinto se podían observar vestuarios de moda que tanto hombres como mujeres no podían lucir en ninguna otra parte y que, indiscutiblemente "no le pedían nada" a países europeos.

Entre los atuendos destacaban los sombreros, los vestidos de encaje, los inseparables bastones o parasoles que no podían portar en ningún otro sitio de espectáculo, como el teatro o las fiestas sociales, ya que ahí se solían utilizar vestidos de noche y joyería que pudiera hacerles juego.

El Hipódromo de Peralvillo fue el primer establecimiento en la Ciudad de México concebido para celebrar carreras de caballos siguiendo el modelo europeo; sin embargo, para 1910 este hipódromo dejaría de utilizarse ya que, al sur, se inauguró el Hipódromo de...

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