Mochilazo en el tiempo

El Calmecac de Donceles

EL UNIVERSAL

Sobre la calle de Donceles, debajo de uno de los centros culturales más atractivos de la capital, se encuentran los restos de lo que alguna vez fue una escuela de la clase alta del imperio azteca.

La traducción literal de la palabra calmecac es "Serie o hilera de Casas" - del nahuatl "cal, calli" casa, "Mecac, Mecatl" entramado o serie-; se trataba de un edificio compuesto de varias habitaciones, y unidos por medio de escalinatas o corredores.

Nos acercamos a Ana Isabel Peláez, guía del Museo de Sitio del Centro Cultural de España en México, quien nos explica que al interior se pueden observar los vestigios del suelo de la plazuela del Templo Mayor ya que la construcción formó parte del Recinto Ceremonial del Templo Mayor.

El sitio fue la escuela donde los hijos de la nobleza Mexica o Pipiltin, conformada por sacerdotes, gobernantes y guerreros de alto rango, se educaban y aprendían sobre el manejo del calendario, astronomía, ceremonias, tácticas de guerra y hablar apropiadamente el náhuatl.

Cuentan algunas fuentes que el ingreso al Calmecac era alrededor de los 6 años, egresando con la edad suficiente para asumir la posición dentro de la sociedad mexica para la que se les había preparado.

"Interesantes escritos de Fray Bernardino de Sahagún relatan la disciplina con la que se educaba en el Calmecac. En ellos nos cuenta que aquel que desobedeciera las reglas, era cortado con una punta de maguey en las costillas o en las orejas, y la severidad de los castigos aumentaba de acuerdo a la falta cometida.

"También da cuenta del ritual que se practicaba cuando se ofrecía un niño al Calmecac. En medio de tambores, flores y copales, el niño con el cuerpo pintado de negro era ofrecido al Calmecac donde los Temachtiani (maestros), lo recibían, y sus padres daban consejos, y de acuerdo a sus aptitudes era encaminado hacia alguna doctrina", narra Ana.

El método de enseñanza era a través de la palabra -?tlahtolli?- y por esta razón el edificio estaba dedicado a Ehecatl - Quetzalcoatl, el dios viejo del conocimiento, y que es representado por las caracolas marinas que el viento (ehecatl) hace sonar. De ahí que el elemento decorativo principal fueran las caracola asociadas con este importante dios.

Por otro lado, se puede observar la banqueta, hecha de andesita rosa, de la que se desprenden los restos de los primeros cuatro escalones que formaban la escalinata principal del edificio, que fue hecha en la quinta y última...

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