Mochilazo en el tiempo

Lago de Texcoco: De pulmón a desierto de salVioleta Contreras García

EL UNIVERSALLo que antes fue un imponente lago, ahora es más parecido a una zona desértica. El agua desbordante en el tiempo de lluvias durante la época prehispánica e incluso aún en el siglo pasado, difiere de las ciénegas que actualmente conforman el Lago de Texcoco, extensión de 10 mil hectáreas muy cercano a Chimalhuacán.

¿Ver el vaso medio lleno o medio vacío?, se pregunta Enrique, vecino de estos terrenos por casi 40 años. Tiene que forzar la memoria, rascar entre los recuerdos de sus abuelos y usar hasta la imaginación, para describir este cuerpo lacustre que, en un tiempo, fue el vaso central de una cadena de lagos.

En tanto, Gabriel, un joven de 17 años, no tiene ninguna imagen mental sobre el resplandor del lago en el pasado. Sin embargo, afirma que en nada se parece ya a aquella pintura resguardada para la inmortalidad en el Museo Nacional de Antropología e Historia, donde se ve agua cristalina rodeando Tenochtitlan.

Ernesto Sánchez, cronista y fundador del colectivo Texcoco en el tiempo, piensa que "el lago no está muerto; en cuanto dejas que el agua llegue, el lago nace otra vez" y considera necesario mantenerlo con vida porque sigue siendo parte fundamental de la vida social, económica y cultural de los habitantes cercanos.

Por eso, para evitar que este lago sólo sea polvo e historia para los mexicanos, en numerosas ocasiones se ha planteado rescatarlo. Se han hecho varios estudios, análisis, diagnósticos, recorridos y pruebas desde que comenzó a desecarse.

En sus páginas de 1931, EL UNIVERSAL advertía que "estamos peor que en los tiempos de los aztecas, porque ahora el Lago de Texcoco, que funcionaba como vaso regulador, está tan azolvado que? pronto quedará inservible".

Aunque en esa década el problema ecológico del lago no era tan grave, la preocupación ya estaba presente. Esto llevó a que en 1934 el Departamento de Obras Hidráulicas de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas aprobara un proyecto encaminado a "la fertilización del lago", el cual consistió en construir vasos de bonificación para diluir las sales del terreno y luego hacer florecer la vegetación necesaria.

Otra de las inquietudes del gobierno mexicano en esa década fue disminuir el efecto negativo de las tolvaneras sobre la Ciudad de México, por lo que se implementaron acciones para mantener húmedo el lago. Una de las medidas fue construir la Presa de Guadalupe sobre el Río...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR