Muerte digna. Firma de la voluntad anticipada

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 1 de julio)Patricia Sampedro

CIUDAD DE MÉXICO, julio 14 (EL UNIVERSAL).- Georgina Ramos tiene 65 años, desde niña ha sufrido poliomielitis y en febrero decidió firmar su Voluntad Anticipada para que en la etapa terminal de su vida, ningún médico intente postergar el curso de su muerte.

"Yo puedo ir al hospital, pero ¿para qué? Ya no tengo remedio, ¿para qué me hacen algo más? Una ya no va a estar bien, prefiero quedarme en mi casa, en paz".

Desde hace ocho años, Georgina quedó postrada en su cama a raíz de una caída que le impidió movilizarse. Actualmente, su diagnóstico es síndrome postpolio y, según su médico, es incurable.

EL UNIVERSAL visitó su domicilio en la colonia Santa Anita, de la delegación Iztacalco, (al oriente de la Ciudad de México) en donde "Gina", como le dicen sus médicos, familiares y amigos, se encuentra sobre una camilla hospitalaria en la que tiene el control de la televisión, papel higiénico y medicinas en un cuarto pequeño y oscuro; sus sobrinas y cuidadoras le pusieron una cortina negra y el foco de su habitación tiene una malla para evitar el paso directo de la luz.

Desde 2008, 10 mil 981 personas en la Ciudad de México han firmado la Voluntad Anticipada, derecho ciudadano decretado en enero de ese año en la capital.

Es la prohibición de cualquier persona ante tratamientos y/o procedimientos médicos que pretendan prolongar de manera innecesaria su vida, protegiendo su dignidad, cuando por razones médicas o de fuerza mayor, sea imposible mantener su vida de manera natural, así lo explicó María de la Cruz Medina Mora, responsable del programa en la Secretaría de Salud (Sedesa).

Susana Romero, sicóloga de Georgina, ha trabajado con ella y con sus sobrinas el proceso de aceptación de la enfermedad desde octubre del año pasado, antes de que firmara su voluntad.

"Georgina se siente bien. Tiene bajas porque el dolor [físico] es muy fuerte para ella, pero la parte de aceptación de la enfermedad va muy bien", comentó.

La Voluntad Anticipada puede ser gestionada por parte de un paciente en etapa terminal, así como por su familiar más cercano que funge como responsable, en caso de que el enfermo no tenga capacidad de decidir.

Sin embargo, una persona mayor de edad, en pleno uso de sus facultades mentales y en perfectas condiciones físicas, puede solicitar este formato ante un notario público. Aun así, la voluntad será vigente hasta que un médico determine la enfermedad...

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