Oposición brasileña intenta frenar el juicio político a Dilma

Javier Sinay, enviadoBRASILIA, Brasil, mayo 10 (EL UNIVERSAL).- La Cámara Alta brasileña se convirtió este lunes en un hervidero en el que todos los senadores buscaban con quién dialogar o pelear. Esta semana es clave en la historia política de Brasil: puede ser la última del gobierno de Dilma Rousseff —si el Senado vota por su “impeachment”— o si ella misma renuncia, como lo hizo en 1992 el presidente (y actual senador) Fernando Collor de Mello.

Este lunes, la jornada comenzó temprano, cuando Waldir Maranhão, presidente de la Cámara de Diputados, anuló la sesión que admitió el proceso de juicio político contra la mandataria.

Maranhão, del Partido Progresista, reemplaza a Eduardo Cunha, un archienemigo de Rousseff, segundo en la línea de sucesión y principal agitador del juicio político, quien fue suspendido por el Tribunal Supremo de Brasil a pedido de la fiscalía. Cunha está acusado de interferir en la investigación del caso de corrupción de Petrobras.

“Di lugar a la petición hecha por José Eduardo Cardozo, abogado general del gobierno, porque en la votación ocurrieron vicios que anulan el pleno derecho de la sesión”, explicó Maranhão.

En esa votación, 367 diputados, de un total de 513, aprobaron el juicio para enjuiciar a Rousseff y lo enviaron al Senado, donde muchos congresistas están operando —dentro y fuera de la sala— para seguir adelante y discutirlo el próximo jueves.

Uno de ellos es Renán Calheiros, presidente de la Cámara Alta, quien rechazó la medida tomada por Maranhão, considerándola improcedente. Calificó de “extemporánea” la decisión y dijo que había sido adoptada “cuando el Senado discute el asunto”, por lo que, según fuentes no oficiales, el presidente de la Cámara de Diputados prevé acudir al Tribunal Supremo, puesto que el caso está en la Cámara Alta.

“Creo que Maranhão tomó una decisión personal: no consultó ni con sus compañeros de bancada, ni con sus asesores”, dijo a EL UNIVERSAL el diputado Waldemir Moka, del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), mientras se tomaba un respiro en la sesión no deliberativa de ayer lunes.

“Maranhão tomó una decisión monocrática y se opuso a la de 367 diputados. El proceso está aquí en el Senado, inició, hay una comisión que está trabajando y que fue elegida por 15 votos”, declaró.

Para Moka, la actitud de Maranhão es la de “quien quiere procrastinar”.“Es una actitud de desesperación total”, declaró.

La polarización es un signo de esta época. O se está con Rousseff o en...

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