Un orgulloso heredero del esplendor olímpico

Ariel Velázquez, enviado(MATERIAL EXCLUSIVO PARA MEDIOS IMPRESOS. QUEDA PROHIBIDA SU PUBLICACIÓN EN INTERNET)TEPIC, Nay., agosto 7 (EL UNIVERSAL).- Ningún examen sanguíneo lo puede detectar, pero hay un elemento que circula por las venas de Román Martínez que lo hace diferente. Ese componente es el bronce, medalla que la selección mexicana de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 consiguió, y que Román heredó de su abuelo Francisco “Kiko” Martínez, integrante de aquel equipo que obtuvo lo que es hasta el momento el máximo logro en la historia del basquetbol mexicano.

Román, un delantero de 2.01m, nació en El Paso, Texas, pero el egresado de la universidad de Nuevo México no hace caso a las fronteras y responde a la herencia. Un linaje que busca extender en su paso por la quinteta mexicana.

La meta es continuar con el legado de mi abuelo.Él ayudó a México a ganar la única medalla olímpica que tiene el...

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