El Palacio Legislativo fue su escudo contra la ley

Horacio Jiménez y Suzzete Alcántara

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 30 (EL UNIVERSAL).- La telenovela legislativa duró más de 28 horas. El delito de peculado y la acusación del desvío de 300 millones de pesos quedaron atrás y el diputado suplente Antonio Enrique Tarín García (PRI) logró evadir a la justicia después de que obtuvo un amparo contra la orden de aprehensión que giró este lunes el juez de control de Chihuahua, Eduardo Alexis Ornelas.

El recinto legislativo, donde se elaboran leyes para evitar actos de corrupción y delitos, fue la fortaleza donde se atrincheró desde el pasado martes Tarín García. Aquí desayunó, comió, cenó y volvió a desayunar tranquilo al saber que los agentes de la Policía de Investigación de la Ciudad de México o ministeriales de Chihuahua no podían entrar a detenerlo.

Incluso, el fiscal general de Chihuahua, César Augusto Peniche, coincidió con Tarín García en el mismo edificio de la Cámara de Diputados; sin embargo, pese a estar a unos metros del acusado de peculado, reconoció que no lo podía detener debido a que su dependencia era respetuosa de los demás Poderes de la Unión.

La estrategia del ex director de Adquisiciones del gobierno de César Duarte, en Chihuahua, era rendir protesta como diputado federal en sustitución del también priísta chihuahuense Carlos Hermosillo, quien falleció la semana pasada en un accidente automovilístico, pero al ser alertados, los diputados federales le impidieron tomar protesta debido a que se le otorgaría el fuero constitucional, lo que evitaría cualquier acción penal en su contra.

Ante esto, desde las 7 de la noche del pasado martes, Tarín García se atrincheró en la oficina de Carlos Hermosillo en la Cámara Baja, junto con un acompañante, mientras la prensa vigilaba su estadía.

Al ex director de Adquisiciones de César Duarte se le brindaron todas las facilidades para permanecer en la Cámara de Diputados mientras un juez le otorgaba su amparo.

Tarín García obtuvo las llaves de la oficina del fallecido Carlos Hermosillo en la coordinación de Chihuahua en el segundo piso del edificio G; un espacio de aproximadamente nueve metros de ancho por cinco de largo. Aquí, entre sillas, un escritorio, teléfonos y un sillón pasó la noche. Nadie lo molestó hasta que cerca de las 9 de la mañana una mujer de limpieza le acercó una bolsa con ropa interior y enseres personales para que a las 9:40 de la mañana pudiera salir de su escondite.

Después de 14 horas de encierro, salió y dio unas breves...

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