Paleopatologías óseas en dinosaurios mexicanos

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 22 de agosto)CIUDAD DE MÉXICO, agosto 30 (EL UNIVERSAL).- Los dinosaurios también se enfermaban, pero ¿de qué...? Como no se dispone de pedazos de piel bien conservados ni de órganos momificados, es imposible saber qué patógenos los infectaban o qué males del corazón o el cerebro padecían.

Afortunadamente, los huesos fósiles de dinosaurios nos "hablan" de algunas de sus enfermedades. Por estudios llevados a cabo en Estados Unidos, Canadá, Argentina y Rusia se sabe que estos animales podían enfermar de cáncer y artritis.

Ángel Alejandro Ramírez Velasco, paleontólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizó -bajo la dirección de Elizabeth Morales, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, y de René Hernández, del Instituto de Geología- el primer estudio sobre patologías óseas de dinosaurios mexicanos como su tesis de maestría.

Para su proyecto de posgrado, el paleontólogo universitario identificó, revisó, describió y comparó patologías óseas en fósiles de dinosaurios provenientes de colecciones paleontológicas del Instituto de Geología y de la Estación Regional del Noroeste de la UNAM, de Fronteras, (Sonora), del Museo del Desierto, del Centro INAH Coahuila y de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, así como de colecciones privadas, entre ellas la de Claudio de León.

Piezas

Ramírez Velasco revisó 9 mil 446 piezas (se les llama piezas y no ejemplares, porque de muchos dinosaurios sólo había un fémur o un pedazo de costilla, vértebras y fragmentos óseos).

Las piezas con indicios patológicos fueron sometidas a un análisis comparativo con huesos (sanos y enfermos) de reptiles, aves y mamíferos (algunas paleopatologías se comportan como las de estos animales) y a estudios histológicos.

"Como sucede con las rocas, los huesos fósiles se cortan e integran a una resina; luego se ponen en una lámina delgada que se pule, y se pueden observar sin tinción alguna, ya que tienen color por los minerales. A otras piezas se les aplicó una tomografía computarizada en la unidad PET/CT de la Facultad de Medicina de la UNAM", explica el paleontólogo.

Del total de estas piezas fósiles de dinosaurios mexicanos del Cretácico, sólo 1% presentó anomalías: trastornos físicos-traumáticos (43%), trastornos degenerativos y proliferativos (18%), neoplasias (18%), trastornos del desarrollo (11%), trastornos inflamatorios (4%) y etiología incierta...

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