Paragüero: el oficio que no hay a quien heredar

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 31 (EL UNIVERSAL).- Don Cuco maneja con soltura un trozo de tela atorado entre varillas de metal. Es un paraguas que parece no tener remedio, pues lleva descompuesto año y medio y bien podría irse a la basura; pero que su dueña, la señora Araceli, quiere que lo reparen porque le tiene afecto y no quiere deshacerse de él, por eso lo llevó con don Cuco: el artesano que revive estos objetos que consideramos desechables.

La reparación le costará entre 100 y 150 pesos, con lo que se podría comprar en la calle hasta tres paraguas nuevos, pero para ella vale la pena el gasto al tratarse de un objeto que lleva tiempo en su familia y que es de mejor manufactura que la mayoría en el mercado.

A unos pasos del Teatro Blanquita se encuentra la paragüería París, uno de los pocos establecimientos especializados en la venta y compostura de paraguas en la capital, sitio en el que don Cuco se encarga de reparar y dejar como nuevos estos artículos que ayudan a protegerse del sol o la lluvia.

?Voy a cumplir 41 años en el oficio; el negocio va a cumplir 60?, cuenta a EL UNIVERSAL el hombre de 57 años.

Esta paragüería la fundó el señor Valeriano Fernández y su cuñado en la década de los 50. Esta familia llegó de Orense, España. Cuando el dueño falleció, su esposa y su hija quedaron al frente y don Cuco siguió con ellas a pesar de las bajas ventas.

?Llegué aquí a los 16 años en septiembre de 1975 con ganas de aprender y trabajar. Fueron inicios difíciles porque no sabes nada de esto?, cuenta don Cuco. Tardo tres años en aprender el oficio.

Aunque comenzó a trabajar desde los nueve años; aquellos empleos, que incluían varios locales y hasta desempeñarse como niñero, lo curtieron para el trabajo al que ha dedicado su vida.

El local funge también como afiladuría, pues la piedra utilizada para esta práctica es originaria de la ciudad donde nació el señor Fernández. Don Cuco no sabe qué relación tiene una actividad con la otra, pero realiza los dos.

Cosido con nylon de importación. En el local venden paraguas de una compañía de Vigo, España. La diferencia con los de aquí, dice don Cuco, es que esos tienen reparación, porque hay piezas para sustituir, los otros no. Sin embargo, en la actualidad los dos tipos son chinos. Antes los paraguas llegaban en ?obra negra? y se armaban en el local. Se realizaban los cortes de tela, se cosían a mano y otros detalles a máquina. Utilizaban nylon repelente y eran importados de Italia, Alemania, Francia...

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