Pescadoras cucapás, luchan 24 años por sus derechos

Enrique Alvarado, Andrés M. Estrada y Alejandro Melgoza*

EL INDIVISO, BC, octubre 21 (EL UNIVERSAL).- El rostro de doña Hilda Hurtado está pincelado por los rasgos de sus ancestros: nariz aguileña, orejas alargadas, piel tostada, chongo amerindio y ojos de oráculo. Su voz parece un eco que reproduce las enseñanzas de su cultura, nacida hace 500 años. Ella es descendiente cucapá, palabra cuyo significado es "pueblo del río", una etnia que rinde culto a la ribera y al mar para pescar.

Su casa está a un costado del delta del Río Colorado, el cual se une al Alto Golfo de California, donde el viento bufa ardiente. Ahí se establecieron, entre Baja California y Sonora, y su liderazgo lo ejercen las mujeres, siempre mediante el consenso con los hombres.

"Hemos visto otros pueblos indígenas en los que la mujer es dócil, detrás de su hombre; nosotras no, vamos a la par, no atrás", dice Hurtado, de 68 años, presidenta de la Sociedad Cooperativa Pueblo Indígena Cucapá.

A la cabeza de las decisiones, apoyadas por su pueblo, las cosas no han sido fáciles desde que en 1993 el gobierno federal decretó una reserva de la biósfera que, sostienen, violó sus usos y costumbres, lo que les prohíbe pescar. "Nunca hemos estado de acuerdo en cómo se decretó", subraya.

Con el tiempo hubo decomisos de su producto y detenciones por parte de las fuerzas federales de seguridad, lo que detonó la defensa de la etnia, respaldada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 2007.

Estos 24 años enmarcan la historia de la defensa étnica y judicial más importante de mujeres indígenas pescadoras en el noroeste de la República, para exigir sus derechos; la lucha contribuyó a que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investigara el caso y presentara recomendaciones a autoridades pesqueras y ambientales.

Para Catalina López Sagástegui, directora del Programa Marino del Golfo de California de la Scripps Institution, en Estados Unidos, una de las investigadoras que ha trabajado con las cucapás, ellas "se distinguen no sólo por ser mujeres al frente de las cooperativas, sino por contar con estrategias de defensa complejas, de las cuales los pescadores de Bajo Río, Santa Clara y San Felipe han aprendido. Son mujeres fuertes tratando de encontrar el balance entre la cultura y un modo de subsistencia".

EL UNIVERSAL publicó en las dos primeras partes de este reportaje que las mujeres son una minoría en el sector pesquero del país, con 14 mil 311 trabajadoras...

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