'Philip Roth no era un escritor, sino una literatura'

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 24 (EL UNIVERSAL).- Philip Roth es un gigante de la literatura, una de las voces más potentes de la narrativa estadounidense de la segunda mitad del siglo XX, un feroz escritor satírico y un realista inflexible, que confrontaba a sus lectores con un estilo audaz y directo que despreciaba el falso sentimiento o la esperanza de una recompensa celestial. Ese narrador descendiente de judíos nacido en Nueva Jersey en 1933, murió el martes a los 85 años por una insuficiencia cardiaca congestiva; con su muerte se cierra una época de la literatura contemporánea de EU.

El escritor, ensayista, crítico y eterno candidato al Premio Nobel de Literatura fue un ateo que juró lealtad a la imaginación terrenal. Su sepelio se llevará a cabo la próxima semana en una ceremonia íntima en el cementerio de la Universidad Bard College, donde el escritor participó en un curso sobre su obra, informó su biógrafo, Blake Bailey, de acuerdo con información de agencias internacionales.

El autor de la elogiada trilogía política que incluyó Pastoral americana, Me casé con un comunista (1998) y La mancha humana (2000) fue un lúcido observador de la sociedad estadounidense del siglo XX.

Conocido por contar con sagacidad e ironía la experiencia judío-estadounidense en sus más de 30 novelas, señalaba: "No escribo como judío, escribo como estadounidense". Se identificaba como un escritor estadounidense, no como uno judío, para Roth la experiencia estadounidense y la judía eran a menudo la misma.

Al conocerse la muerte del Premio Pulitzer 1998, el Premio Man Booker International en 2011 y el Premio Príncipe de Asturias 2012, Eduardo Lago...

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