Policía civil cumple un año en medio de divisiones

CHILPANCINGO, Gro., enero 24 (EL UNIVERSAL).- En el Valle del Ocotito, la zona rural más extensa de Chilpancingo, festejan haber tomado las armas; son 365 días de combatir al crimen organizado en sus comunidades e impedir los secuestros, extorsiones y el desplazamiento forzado.

Desde temprano, en la localidad de Buenavista, las señoras preparan la comida. Pollo en chipotle, pozole, frijoles, arroz, mixiote de res y barbacoa, es lo que les espera a los integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), que comanda Bruno Plácido.

Son las 9:00 horas y el grupo que desconoció a Plácido Valerio, el Frente Unido por la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), también se organiza para conmemorar un año de lucha.

Hay tregua entre ambos grupos para evitar cualquier confrontación que tenga consecuencias serias cuando crucen sobre la carretera federal que conduce a Acapulco.

El convoy de camionetas de la FUSDEG que transporta a los civiles armados de los poblados de Ocotito, Mohoneras, la Haciendita, Dos Caminos y Xaltianguis, de los municipios de Chilpancingo, Acapulco y Juan R. Escudero, llegan a Mazatlán.

Vestidos de negro, portando sus escopetas y pistolas cortas, los policías comunitarios son recibidos por estudiantes de la Escuela Primaria Justo Sierra.“Hoy Mazatlán forma parte de un grupo que nos interesa. Estamos dispuestos a ofrecer la vida por la tranquilidad de nuestras comunidades”, menciona uno de sus integrantes.

Es hora de partir a la comunidad de la Mohoneras, donde los 309 policías comunitarios de la FUSDEG recibirán su reconocimiento por velar por la seguridad de los habitantes.

Al mismo tiempo, la UPOEG marcha de Mohoneras a Buenavista, en donde se encuentra una de sus bases.

El primero en llegar a Buenavista son los de Bruno Plácido.

La caravana de la FUSDEG avanza por la carretera federal. Llega la hora de cruzar territorio de Plácido Valerio. Cruzan miradas y el saludo obligado… Es parte del pacto de no agresión.

Al ritmo de la tambora, las policías comunitarias en Chilpancingo festejan su levantamiento en armas. Menos de dos kilómetros separan a la UPOEG de la FUSDEG.

En Buenavista, Bruno Plácido es vitoreado; en el otro bando, los 309 comunitarios son reconocidos por el pueblo con un diploma que entregan los niños.“Los resultados han sido buenos, pues las extorsiones, secuestros y ejecuciones bajaron considerablemente”, comenta Bruno.

Sobre el grupo que lo desconoció, Plácido...

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