Popo, preservan mujeres de Usila su bebida ritual

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 9 de marzo)SAN FELIPE USILA, Oax, marzo 16 (EL UNIVERSAL).- El maíz y el cacao se hermanan en una bebida. Es como juntar el río con las nubes; es calidez, suavidad y dulzura en un sorbo. Así es el popo, brebaje ancestral del pueblo chinanteco que habita San Felipe Usila, comunidad de la Cuenca del Papaloapan.

Aunque el popo es una bebida compartida entre comunidades de la región de la Cuenca, tanto de Oaxaca como de Veracruz, en Usila tiene un sello especial: su modo de preparación es un rito de tres días que sólo conservan algunas familias y son las mujeres quienes lo preservan.

Maura Bautista, de 78 años, mantiene esta tradición. Junto a su hija Cleofas Feliciano alista su bebida predilecta que, aunque originalmente se prepara a fines de año cuando se cosecha el cacao que crece de manera silvestre, algunas familias como la de ella guardan un poco de grano para disfrutar de la cálida bebida en las noches frías de los primeros meses del año.

Un deleite

Las lluvias en la zona del Papaloapan apaciguan el calor. Rodeado de cerros, el clima es frío en Usila, por lo que se antoja la bebida. Ataviada en su huipil tradicional de uso diario, como siempre ha vestido, Maura muestra su destreza en la cocina.

La pequeña anciana domina con maestría el vaivén en el metate, donde muele el cacao tostado un día antes, al cual se le agrega canela y un trozo de cocolmeca, un bejuco que también crece en el campo.

Su hija, profesora retirada, colabora en la molienda y preparación del atole de maíz. Ambas siguen paso a paso el ritual de preparación en su cocina de madera y palma. Entran y salen sin perder el cuidado del atole que se espesa en un fogón a ras del suelo.

"Para mi madre es una delicia beberlo, si se le antoja hay que hacerlo, ella lo disfruta mucho; así hemos crecido, disfrutando del popo", afirma la profesora interpretando las palabras de su madre, quien es monolingüe del chinanteco.

Mientras cuela el atole de maíz, la maestra explica que el brebaje se sirve tradicionalmente en festividades. Entonces, la faena también comienza desde la mañana para que por la noche sólo basten detalles para servirse. Para la antropóloga Juana Barona Burgos, es esta preparación ligada a la fiesta la que ha garantizado su superviviencia, ya que forma parte de las celebraciones importantes en la comunidad, desde festejos sociales y religiosos hasta acontecimientos familiares.

Aunque en la frontera entre Veracruz...

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