Proponen integrar Tajamar a área protegida de Nichupté

CANCÚN, QR., febrero 24 (EL UNIVERSAL).- El Grupo Ecologista del Mayab (GEMA) solicitó a la Semarnat ampliar la superficie del Área Natural Protegida “Manglares de Nichupté”, incorporando el “Malecón Tajamar”.

Además se incluirían los predios no desarrollados del Table, el predio del antes “Ecopark” y el polígono “San Buenaventura”, que forman parte de un mismo sistema ambiental, fragmentado intencionalmente para el desarrollo de proyectos condominales, comerciales y turísticos.

La petición fue hecha por la presidenta de GEMA, Aracely Domínguez, durante su participación en la reunión pública de información, organizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y celebrada este miércoles para conocer y opinar sobre el proyecto “Parque Cancún”, que colindaría con el predio donde se pretende desarrollar la “Marina San Buenaventura”, ubicado a un costado de las 78.4 hectáreas de “Malecón Tajamar” y El Table.

“El objetivo fundamental es reponer los daños ambientales que Fonatur ocasionó al ecosistema de manglar al abrir la ventana que corresponde al Table, Malecón Tajamar y Ecopark para desarrollarlos con centros comerciales, departamentos, hoteles y un parque urbano que pretendía el uso del 80 por ciento del predio.

“Hacer de la zona un Área Natural Protegida federal, ayudará a dar continuidad al ecosistema garantizando su funcionalidad, protección a la ciudad de Cancún como área de amortiguamiento para huracanes y tormentas y como filtro a las descargas de aguas negras y residuales provenientes de la ciudad, hacia la Laguna Nichupté”, explicó Domínguez Rodríguez.

La ambientalista expuso que “Malecón Tajamar”, “El Table” y las 107.6 hectáreas del otrora “Ecopark” están ubicados en una zona de dispersión geográfica natural, un humedal con importantes zonas de inundación en donde hay agua dulce, salobre y salada.

Las condiciones naturales de esa área restauraron y estabilizaron el manglar, pese a los impactos ocasionados por dragados y despalmes en los años 90, situación que prevaleció antes de que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) obtuviera la autorización de impacto ambiental para el desarrollo del proyecto “Malecón Tajamar”, en julio del 2005.

Incluso –subrayó- después de los impactos del huracán Wilma, en octubre de ese año, el ecosistema se auto-recuperó, “dando como resultado un área sana poblada por peces, cocodrilos, anfibios, aves, mamíferos y manglares, hasta antes del 16 de enero del 2016”.

La...

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