Puigdemont viaja a Bélgica ante querellas contra él y su equipo

Jerónimo Andreu e Inder Bugarin, Enviado y Corresponsal

BARCELONA, España, octubre 31 (EL UNIVERSAL).- El presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, aparentemente pretende continuar su lucha desde Bélgica, acompañado de miembros de su gabinete. Mientras que en España se presentaron las primeras querellas contra los responsables de declarar la independencia en Cataluña.

El gobernante catalán destituido llegó este lunes a la capital de Europa en compañía de los consejeros de gobierno, Meritxell Borràs; Salud, Toni Comín; Interior, Joaquim Forn; Trabajo y Asuntos Sociales, Dolors Bassa y Agricultura, Meritxell Serret.

Puigdemont, quien el viernes fue depuesto como presidente de Cataluña por el gobierno central tras proclamar la independencia de la región, viajó hasta la ciudad francesa de Marsella en coche y luego tomó un avión a Bruselas.

En Bélgica Puigdemont fue recibido por el abogado Paul Bekaert, al parecer con la intención de solicitar el estatuto de refugiado político.

"Fui consultado por Puigdemont y me ha pedido que defienda sus intereses en Bélgica en el futuro", declaró el abogado a la cadena VRT, quien tiene más de tres décadas de experiencia en asilo político.

No sorprende la llegada a Bélgica de Puigdemont y su círculo más cercano de independentistas. El país europeo era una de las últimas cartas que le quedaban. Las naciones que se adhieren a la Unión Europea son parte de un protocolo en el que se declaran como "seguros" y excluye la aplicación del principio de extradición entre ellos.

Sin embargo, Bélgica es el único que cuenta con una cláusula en la que se reserva el derecho a evaluar de manera individual las solicitudes de ciudadanos comunitarios, de acuerdo con el profesor Jan Wouters de la Universidad Católica de Lovaina.

Además, Puigdemont cuenta en Bélgica con la simpatía del Partido Nueva Alianza Flamenca, de Bart De Wever, una fuerza política análoga al movimiento catalán al llevar en su ADN el separatismo.

El viaje del líder catalán se produce después de que Theo Francken, secretario de Asilo y Migración belga, generara una polémica en su país al afirmar que podría estudiarse la concesión del asilo a Puigdemont.

El primer ministro belga, Charles Michel, lo desautorizó de inmediato. El comisario belga para refugiados, Dirk Van den Bulcke, aclaró que, para conceder el asilo a un ciudadano de la UE como Puigdemont, deben existir "señales serias de persecución".

Los analistas aseguraban este lunes que la...

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