Cuando la realidad alcanza al cómic

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 18 (EL UNIVERSAL).- Para ningún fanático de las historietas es misterio alguno que la Comiquísima Trinidad a la que se debe mayormente la creación del Universo Marvel está constituida por Stan Lee, Steve Ditko y Jack Kirby.

En los años 60 esta trinidad de dioses del arte secuencial tomó una decisión de proporciones bíblicas: a diferencia de superhéroes como Batman y Superman, que en sus identidades secretas no podían importarnos menos ?¿o a alguien le interesaba saber qué hacía Bruce Wayne en el día o qué tipo de reportajes escribía Clark Kent??, los semidioses del para, en comparación, no tan maravilloso Universo Marvel se enfrentarían, como cualquier mortal no superempoderado, a situaciones en las que, por ejemplo, ver a Peter Parker/Spider-man trepar por las paredes de tu departamento no evitaría que lo desalojaran por no pagar la renta, ni a Tony Stark/Iron Man tener una armadura lo blindaría del alcoholismo.

Para Lee/Ditko/Kirby y sus sucesores no importa si vives en la versión de historieta de una ciudad real como Nueva York o si respiras el aire imaginario de una ciudad ficticia en medio de África: ten la seguridad de que, en algún número del cómic que estelarizas, la realidad te alcanzará y en el caso de Wakanda, hasta puede que esté acompañada de un análisis geopolítico como el hecho por el economista John Robert Subrik en enero de este año.

De acuerdo con Subrik y al igual que en nuestro universo, el papel que la tiene en la economía y en la política de Wakanda es imposible de separar y tan fundamental como el de su principal recurso natural: el vibranium.

Como el adamantium de las garras y el esqueleto indestructibles de Wolverine, el vibranium es, más que un material exótico (un material con propiedades físicas poco comunes, como los superconductores), un material tan "imaginarium" como el ahora famoso teseracto (que, en geometría, es en cuatro dimensiones espaciales el análogo a un cubo en tres).

Steven W. Cranford, experto en nanotecnología, se inspiró en el teseracto para crear en computadora, si no un material exótico, sí un material de geometría exótica con átomos de carbono: una nanoestructura (un objeto con dimensiones en una escala de la milmillonésima parte de un metro) a la que bautizó como hipercubino.

Las simulaciones en computadora permitieron a Cranford estimar que, para que Thanos pudiera destruir un teseracto de un tamaño similar al que vimos en Avengers: Infinity War, que de poder...

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