El Rose Bowl, otra casa del Tricolor

Daniel Blumrosen Juárez

CIUDAD DE MÉXICO, junio 13 (EL UNIVERSAL).- La modernidad es común en los estadios de la Unión Americana que suelen albergar los partidos de la Selección Mexicana, pero hay uno que contiene una magia especial, pese a que fue construido hace 117 años.

El Rose Bowl de Pasadena, California, sede del debut del Tricolor en la Copa Oro 2019, el sábado frente al representativo de Cuba, es la genuina casa del equipo hoy dirigido por Gerardo Martino, del otro lado de la frontera.

Sus escaleras son vetustas, al igual que las gradas. Pero el tener capacidad para casi 90 mil personas y estar en el área conurbada de Los Ángeles lo hacen muy atractivo para el entorno comercial que acompaña al Tricolor.

El de pasado mañana contra los caribeños será el duelo 15 de la Selección Nacional en ese famoso inmueble.

La marca del combinado mexicano es de ocho victorias, tres empates y tres derrotas. Todo comenzó hace un cuarto de siglo, el 4 de junio de 1994, cuando los entonces dirigidos por Miguel Mejía Barón cayeron ante Estados Unidos (0-1) en un juego amistoso.

La primera victoria llegó el 19 de enero de 1997, 2-0 sobre el acérrimo rival en la Copa USA.

La presentación en juego oficial se dio el 19 de enero de 2002, contra El Salvador en la Copa Oro (1-0)...

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