El séptimo beso de 'Nole' en Australia

CIUDAD DE MÉXICO, enero 28 (EL UNIVERSAL).- El Abierto de Australia tiene un nuevo rey, así como Wimbledon tiene a Roger Federer y Roland Garros a Rafael Nadal.

El serbio Novak Djokovic dejó atrás al australiano Roy Emerson y al suizo Roger Federer, para convertirse en el amo del torneo que se juega en Melbourne, con siete campeonatos. Cada ocasión que Djokovic se ha plantado en la Rod Laver Arena para jugar la final del certamen, ha terminado besando el trofeo Norman Brookes, algo para subrayar.

Tal vez muy pocos se hubieran imaginado que en 2008, un joven de 21 años de edad, con tres participaciones anteriores en el torneo, de las cuales en dos fue eliminado en primera ronda, fuera a destronar al número uno del mundo en aquel tiempo, Federer, quien llegó a esa final ante Nole después coronarse en las ediciones de 2006 y 2007 del certamen.

Después de esa victoria ante el suizo, que significó el primer Grand Slam en su vitrina, tuvieron que pasar tres años para que Novak volviera a encontrarse con la gloria.

En 2011, Djokovic se convirtió en el jugador que hoy conocemos. Maduro, hecho y listo para meterse entre los "grandes". Ese año, el de Belgrado levantó la mano y se abrió un espacio. Tres de cuatro torneos grandes. Sólo le faltó el Abierto de Francia, que ganó Rafael...

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