Serrat lleva la sabiduría del mar a Bellas Artes

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 9 (EL UNIVERSAL).- La ciudad dejó de existir durante dos horas allí dentro. Bellas Artes era no sólo un palacio, era el mar, con sus reflejos de agua salpicando a la gente, el deseo de ver a Joan Manuel Serrat anclar allí una vez más. Él apareció puntual este jueves por la noche, elegante y soltando un beso a los que le aplaudían de pie. El cantautor comenzó uno de sus cinco conciertos en el recinto cantando "Mediterráneo".

En la pantalla detrás de él se veía un faro, olas de mar danzantes. "Llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya, y amontonado en tu arena guardo amor, juegos y penas", Cantó.

Al terminar, guitarra en mano, se dijo contento de volver a ese escenario donde prácticamente inició su relación con México.

Volver, además, al principio de sus canciones, al emblemático disco "Mediterráneo" escrito en 1971, hace 48 años, en un hotel de la costa brava catalana que hoy ya no existe. "Alguien puede pensar que lo de 48 no es un número políticamente correcto, hubiera sido mejor esperar a los 50, que es cuando suelen celebrarse las efemérides, ¿no? pero a ver, ¡no estoy para esperar!"

Cantó "Qué va a ser de ti", "Vagabundear" y "Barquito de papel". "Les cuento todo esto ?decía a la gente? porque a mí me gusta darle al concierto una pincelada cultural, ¡No todo van a ser tetas y culos!"

Siguió con "Tío Alberto" y "La Mujer que yo quiero". Uno de los momentos más conmovedores fue cuando habló del mar. Si el mar es sabio, dijo, no sería femenino o masculino, sería andrógino, con profundas relaciones con la luna que riela sobre él. Así pues, cantó "La Luna", nacida del poema de Jaime Sabines.

El otro momento conmovedor ocurrió...

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