Tláhuac. Entre la reconstrucción o la reubicación de vecinos

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 20 (EL UNIVERSAL).- La reconstrucción no ha llegado a la delegación Tláhuac donde a poco más de ocho meses del 19-s, la zona cero inició la etapa de demolición, a cargo de la Agencia de Gestión Urbana del gobierno capitalino. No sorprende, entonces, toparse en las calles de la colonia del Mar con la demolición total o parcial de viviendas afectadas, principalmente en la calle Pingüino y Aleta.

Paradójicamente, esto no necesariamente es una buena noticia para los damnificados, quienes han sido informados de manera informal que, concluida la demolición, se realizarán estudios de suelo en los predios y la colonia, a fin de determinar con certeza si es posible volver a edificar casas allí; o por el contrario, se requiere un plan de reubicación en otro lugar. "Por aquí atraviesa una grieta grande, pasa por la colonia del Mar y sigue por las colonias vecinas, Cananea y Molino, ubicadas en Iztapalapa", explica a EL UNIVERSAL, Johana López, quien durante esta entrevista mira la demolición de lo que fue su casa en calle Pingüino número 105, Lote 9.

"Unos dicen que la grieta empezó cuando nos pusieron el drenaje profundo; otros que es una falla geológica. De todos modos, si los estudios dicen que ya no podemos construir aquí habrá que ver qué hacemos. La dueña de la casa es mi mamá. En esta colonia es común que en cada casa vivan varias familias, aquí éramos entre dos y siete. Le dije a ella: si nos reconstruyen, bien; si no, que nos re ubiquen". Ella considera probable que el gobierno capitalino tenga más terrenos en la demarcación y supone que, de ser necesario, la reubiquen en alguno de ellos para quedarse en la CDMX.

Sin embargo, un recorrido por la periferia de la colonia indica lo contrario. Los grandes terrenos donde probablemente se pudiera construir pertenecen al Frente Popular Francisco Villa, donde ya funcionan algunas unidades habitacionales, además de otras que están en edificación. Los otros terrenos aledaños que aparentemente están libres integran la reserva ecológica de Xochimilco.

Johana vive con incertidumbre. Mientras las retroexcavadoras tiran las paredes de su casa, la imagen de un cristo la observa. Su familia lo pegó en la puerta; al lado está el código de barras que colocó el Fonden (Fondo de Desastres Naturales) cuando censó su vivienda que fue catalogada en color rojo por quedar en condiciones inhabitables. Pero Johana no es la única, pues la mayoría de viviendas en Pingüino están en similares...

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