Trabajo infantil; peligroso y sin protección

Daniela Guazo y Saúl Hernández

MÉXICO, D.F., abril 30 (EL UNIVERSAL).- Axel tenía 12 años cuando dejó su infancia a un lado. Apenas había entrado a la secundaria. En las tardes intercambiaba los libros escolares y su uniforme por un pantalón desgastado y cubetas de arena y grava. En ese entonces ganaba un poco de dinero extra como ayudante en una construcción, cargando botes de casi el doble de su peso.

Como este joven, de tez morena y ojos rasgados, otros 800 mil niños y adolescentes mexicanos trabajan en condiciones inseguras o nocivas para su salud, sin contar con la protección necesaria para evitar que sufran un accidente, una lesión o alguna enfermedad, de acuerdo con los datos del Módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

En sus labores están expuestos a fuego, productos químicos, gases tóxicos, ruido excesivo, humedad, temperaturas extremas, herramientas peligrosas, maquinaria pesada, explosivos o descargas eléctricas.

Vestido con una playera negra sin mangas, pantalones rotos y perforaciones en los oídos, Axel trata de ocultar su edad, pero su mirada y voz tímida lo delatan como un trabajador joven. Tiene 15 años y su labor diaria es cortar flores y crear arreglos en el Mercado de Jamaica, uno de los más populares en la ciudad de México.

Cargar los paquetes de flores no es nada en comparación con todos los botes que aguantaba cuando era más pequeño. El nuevo peligro es el cuchillo que utiliza diario, el cual le ha abierto la palma de la mano en más de una ocasión.

La proporción de menores, entre cinco y 17 años, que trabajan y se exponen a este tipo de peligros aumentó de 21% a 31% entre 2007 y 2013, según la ENOE. En ese mismo periodo murieron más de 700 a consecuencia de accidentes ocurridos en el desempeño de sus labores, sin contar los decesos por enfermedades laborales.

Además, 75% de los niños y adolescentes que laboran en actividades peligrosas no cuentan con equipo de protección, lo que aumenta el riesgo cada vez más.

Aumenta el riesgo

En los últimos años, México ha registrado un descenso de más de un millón de niños y adolescentes que trabajan. En 2007 se contabilizaron 3.8 millones en la vida laboral y en 2013 bajó a 2.5 millones. Sin embargo, los menores que aún laboran se encuentran inmersos en actividades que ponen en riesgo su salud e integridad física.

Fue hace casi cuatro años cuando Axel decidió que quería trabajar. Su elección no fue consecuencia de la pobreza.Yo quería...

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