Un trago de ciencia para un mundo con sed

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 18 de noviembre)Berenice González DurandCIUDAD DE MÉXICO, noviembre 23 (EL UNIVERSAL).- El sistema nervioso central recibe el aviso de que el cuerpo necesita agua. Los labios se entre abren y el líquido fluye por boca, garganta, estómago e intestino. Unos cuántos mililitros encienden una sinfonía orgánica que posibilita el transporte de nutrientes a las células, regula la temperatura, colabora en el proceso digestivo y se vuelve parte del medio de disolución de todos los líquidos corporales. La vida en un sorbo.

La posibilidad de acceder al agua como un recurso elemental para todas las funciones humanas, disminuye día con día en todo el mundo: 2.1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (OMS/UNICEF 2017). Según el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2018, actualmente la demanda mundial de agua se ha estimado en alrededor de 4 mil 600 kilómetros cúbicos al año y se prevé que aumente 30% para 2050, pues el uso del agua aumenta en función del crecimiento de la población, el desarrollo económico y los cambiantes patrones de consumo, entre otros factores. En este sentido, se espera que en tres décadas la población aumente de 7 mil 700 millones de habitantes a 10 mil 200 millones y que dos terceras partes de la población habite en ciudades.

Abastecer a una población con un ritmo de crecimiento tan vertiginoso, ha llevado a los países de todo el mundo a tratar de establecer estrategias para mantener o procurarse de nuevas fuentes para la obtención del recurso. La tan temida guerra por el agua ya ha empezado a librar varias batallas y la ciencia sigue proponiendo estrategias para rescatar algunas gotas.

Cultivos esponja

La agricultura representa 70% de la extracción mundial de agua, según cifras de la FAO. Esta situación ha obligado a muchos países a utilizar la tecnología para intentar disminuir el gasto de agua en los cultivos. Mediante diferentes herramientas, como por ejemplo la teledetección, se posibilita obtener información satelital de los cambios que sufre un territorio cultivado en diferentes épocas del año para cuantificar las necesidades precisas de agua según las condiciones hidrológicas. Desde hace cinco años, esta estrategia se empezó a utilizar en una de las regiones con mayores carencias de agua de China y los resultados, según fuentes oficiales, ya garantizan la...

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