Tres años sin los jóvenes de Chilapa

CHILAPA, Gro., mayo 9 (EL UNIVERSAL).- Fueron 113 horas. Horas y cinco días de incertidumbre, de omisión. Sin autoridad más que la de los hombres armados que tomaron Chilapa, Guerrero. Horas en las que cualquiera pudo desaparecer. Horas de cacería. Horas de silencio, de encierro, de gritos, de dolor, de frustración.

Aquí la reconstrucción de esos díasDía 1: la irrupción

Era el 9 de mayo de 2015, el tufo a muerte invadía Chilapa. Ocho días a tras hombres armados asesinaron al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la alcaldía, Ulises Fabián Quiroz.

A las 7 de la noche de golpe llegaron a la ciudad en decenas de camionetas unos 300 hombres armados. Se apoderaron de la Secretaría de Seguridad Pública y a los policías municipales los desarmaron.

En el bulevar Eucaria Apreza, instalaron un retén donde registraron taxis, urbans, carros particulares y catearon comercios y bares en busca, según dijeron, de miembros de la organización criminal "Los Rojos". Hicieron detenciones y desde entonces tomaron el control de la ciudad.

Los civiles armados informaron que provenían de 16 comunidades de Chilapa, casi todas ubicadas en la franja donde en ese momento se concentraba la disputa entre las organizaciones delincuenciales "Los Rojos" y "Los Ardillos". Se autodenominaron "comunitarios".

Día 2: los motivos

Este hombre pide que lo identifiquen como "el comandante": "Nosotros estamos acá porque ya perdimos a un hermano, a un padre, a un hijo, a una esposa", explica la razón de su presencia en Chilapa.

El hombre es moreno, robusto, tiene el rostro cubierto con un paliacate y con un arma en la cintura resume la razón de la irrupción: la detención de los líderes de la banda "Los Rojos", la destitución del director de la Policía municipal y que les entreguen a sus familiares que ha sido desaparecidos.

Este hombre es el responsable de la guardia que hacen la mañana del domingo en la entrada de la ciudad. La guardia saluda: "Bienvenidos, desde hoy en Chilapa ya no hay secuestros, ni extorsiones, ni pagos de cuota. Se acabaron las muertes de inocentes. Nosotros ahora somos los policías municipales", dice un hombre que asoma su cabeza por la ventana de un auto junto con su escopeta.

El "comandante" dice que desde el día de su llegada le pidieron a los elementos de las corporaciones que están en Chilapa realizando trabajos de seguridad que "si no pueden que nos dejen hacerlo a nosotros".

"Tomamos 10 armas y patrullas de la Policía municipal...

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