Tres años vivió lejos de su hija para estudiar una maestría

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 10 (EL UNIVERSAL).- La Teniente Claudia Meixueiro Calderón se esforzó mucho para no llorar. Estaba de pie, bajo el sol, en la explanada de la Secretaría de Marina-Armada de México, para recibir su placa de posgrado.

Ayer jueves fue un día muy importante, se graduó de la Maestría en Anatomía Patológica, fue una gran satisfacción porque ?le encanta?, pero el mayor reconocimiento lo obtuvo por entregarse al 100 para ser una de las mejores médicos militares, ya que para lograrlo, los últimos tres años tuvo que vivir a 926 kilómetros de su pequeña hija.

?Llevó 16 años en la Marina, desde que entré empecé a estudiar medicina en la Escuela Médico Naval, son cinco años de carrera, y la Secretaría me envió de comisión en servicio al Centro Médico Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde estuve tres años para hacer mi especialidad en anatomía patológica.

?De verdad fue muy hermoso haber estudiado ahí, quiero llorar... lo que tiene el Siglo XXI es envidiable en cualquier hospital del extranjero, vienen médicos de fuera a estudiar casos, es muy buena la docencia", aseguró antes de hacer una pausa para reflexionar.

"Lo que ocurre? tengo una hija...?, la médico cirujano apretó los labios y agachó un poco la cabeza. ?Me tuve que separar de ella para estudiar, y es lo más difícil que viví?, alcanzó a decir antes de que sus ojos verdes se llenaran de lágrimas. La garganta se le cerró, hizo una pequeña pausa y jaló aire para continuar.

?Ella me daba mucha fuerza porque en la residencia hay libertad, hay fiestas y nunca quise hacer nada de eso, me dediqué a hacer lo que tenía que hacer porque, para mí, el precio que estaba pagando era muy, muy alto, las cosas que más me motivan es que ya terminé y voy a poder vivir con mi hija?.

Meixueiro Calderón tenía las mejillas mojadas pero sonreía. Los tres años que duró la especialidad estuvo lejos de su familia, se perdió los cumpleaños de su pequeña, algunas reuniones de fin de año, pero hoy está satisfecha porque como médico militar y patóloga, asegura, está capacitada para dar diagnósticos con certeza, podrá ayudar a muchas personas y podrá transmitir sus conocimientos a otras personas.

La mujer, originaria de Culiacán, Sinaloa, estará al servicio de los mexicanos cuando se le requiera, explicó el secretario de Marina-Armada de México, Vidal Francisco Soberón Sanz, en su discurso.

?La práctica de la medicina militar y naval exige una asentado sentido del...

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