Vacunar al mosco del dengue frenaría enfermedad

Berenice González Durand

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 27 (EL UNIVERSAL).- De víctima a victimario. El pequeño Aedes aegypti adquiere el virus del dengue y éste rápidamente circula a sus anchas en el minúsculo organismo del mosquito a través de la hemolinfa, el fluido análogo a la sangre de los vertebrados. La infección persiste en la mayoría de sus tejidos durante toda su vida, dándole una nueva misión: transmitir la enfermedad a los humanos.

En el laboratorio de Humberto Lanz, director de Infección e Inmunidad del Centro de Investigaciones sobre Enfermedades Infecciosas (CISEI) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los mosquitos no se matan de un manotazo, sino se convierten en el principal objeto de estudio. Mediante herramientas como supermicroscopios, separadores de moléculas, incubadoras y cuartos de cultivo, sus corazones se extraen con agujas extrafinas, se congelan sus tejidos y se analiza la composición de sus tres pares de lóbulos preservados en trisol.

El estudio detallado de la fisiología de estos organismos los ha llevado a investigar por más de una década su respuesta inmunitaria con resultados muy interesantes. "Hemos logrado demostrar que los mosquitos tienen la capacidad de recordar eventos previos. Es decir, podemos modificar su respuesta inmune para que ya no transmitan enfermedades como dengue, zika y chikungunya".

La memoria inmunológica también se conoce como respuesta adaptativa. Los mosquitos tienen un ciclo de vida que incluye una fase acuática, en la cual las larvas crecen en agua, pero cuando son muy pequeñas pueden "vacunarse" para que puedan resistir la infección de dengue ya adultas. "No se modifica genéticamente, sólo utilizamos su propia respuesta inmunológica para limitar la replicación del virus", apunta el experto.

Lanz subraya que la convivencia que el ser humano tendrá con los insectos, y particularmente con los mosquitos, será cada vez mayor debido al deterioro de la naturaleza y los procesos que condiciona el cambio climático, cuyos modelos indican que habrá mayor presencia de insectos vectores, los organismos vivos encargados de transmitir la enfermedad.

Según la OMS, las enfermedades transmitidas por vectores representan más de 17% de todas las infecciosas, y provocan cada año más de 700 mil muertes. En el caso del dengue, las cifras van en aumento: más de 3 mil 900 millones de personas, en más de 128 países, corren el riesgo de contraer dengue, con una estimación de 96 millones de casos al...

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