Van 20 años sin justicia por la masacre de Acteal

CorresponsalesACTEAL, Chis., diciembre 23 (EL UNIVERSAL).- Fue un ataque cobarde, que se prolongó por más de siete horas. Los pobladores de Acteal celebraban la tercera jornada de oración y ayuno, pedían por la paz. Pasaban de las 10:00 horas cuando hombres armados irrumpieron en el lugar y dispararon de forma indiscriminada. El saldo fue de 45 indígenas tzotziles muertos (además de cuatro nonatos). Han pasado 20 años y la masacre continúa impune.

"La justicia no ha llegado" para 18 menores de edad y 27 adultos, al contrario, el 12 de agosto de 2009, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) abrió las puertas a casi todos los encarcelados como presuntos responsables, señaló el vocero de la organización civil Las Abejas, Antonio Vázquez, durante la peregrinación y ceremonia para recordar a las víctimas y exigir justicia.

Vázquez recuerda que por este hecho, 26 personas fueron encarceladas y 20 de ellas solicitaron un juicio de amparo que finalmente la SCJN les otorgó en 2009, ordenando la excarcelación con el argumento de que la Procuraduría General de la República (PGR) había fabricado evidencias para culparlos.

El resto de los inculpados obtuvo su libertad en 2012, "con lo que se dio un fuerte golpe a los deudos", aseveró Antonio y añadió que a dos décadas de la masacre, las armas siguen en las comunidades.

Reviven recuerdo. Raúl Vera, obispo de Saltillo, Coahuila, encabezó una peregrinación de seis kilómetros, desde el poblado Majomut a la comunidad de Acteal, para recordar a los 45 muertos y exigir justicia. Los familiares y sobrevivientes de la masacre cargaban cruces de madera con los nombres de las 45 víctimas de aquella mañana del 22 de diciembre de 1997.

Al mediodía inició la ceremonia en el memorial, donde descansan los restos de los 45 hombres, mujeres y niños y cuatro neonatos, asesinados por presuntos grupos armados.

Un grupo de jóvenes actores de la comunidad representó una obra con el papel que jugaron los grupos armados para debilitar y golpear a las organizaciones independientes en el municipio de Chenalhó, hasta emprender la matanza de 45 tzotziles que oraban en la ermita del lugar.

Un indígena desplegó una pancarta frente al altar donde se realizaba la ceremonia religiosa: "Quisieron matar nuestras raíces, pero aquí estamos. Somos fruto de la sangre de los mártires, padres, abuelos y hermanos nuestros".

Otro grupo de hombres y mujeres desplegó una...

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