La vialidad luce así…

Cristian ArciniegaMÉXICO, D.F., octubre 3 (EL UNIVERSAL).- La vialidad diaria de nuestra ciudad evoca imágenes diversas como arterias saturadas de vehículos, numerosas unidades de transporte público y marchas en avenidas clave.

A este escenario urbano, habría que sumar la presencia de la policía de tránsito, la cual está encargada de vigilar la circulación. Estos “guardianes” han estado bajo el ojo público no sólo por su labor, también por las transformaciones que se ha enfrentado su corporación e, incluso, por su vestimenta.

Reconocidos durante décadas por su uniforme color tabaco y caqui –que les valió el sobrenombre de “tamarindos”–, en 2006 se despidieron de esta paleta y adoptaron nuevas tonalidades dada a la percepción de “mordidas” que provocaba en la población.

Su uniforme, asimismo, ha explorado distintas siluetas, yendo de lo holgado a lo ceñido, y viceversa. Las telas empleadas para su confección tienen hoy la capacidad de protegerlos durante los días fríos o permitir la transpiración cuando la temperatura ambiental se eleva.

Y todo comenzó

Fue en la década de los 20 cuando se creó formalmente una jefatura de tránsito, a través de la cual se controlaría la circulación de los automóviles. En aquel entonces, los vehículos automotores comenzaban a invadir la urbe, por lo cual las autoridades decidieron poner cartas en el asunto.

En los años 30 se expidió un reglamento de tránsito y se inició...

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