La vida de Leo depende de su traslado al Distrito Federal

CIUDAD JUÁREZ, Chih., febrero 13 (EL UNIVERSAL).- “Yo sólo quiero vivir; todavía tengo mucho por hacer. Le pido a Dios que me dé la oportunidad; en él confío”. Con un actitud serena, Leonardo André enfrenta el extraño padecimiento que lo tiene en una carrera contra la muerte, ya que de no ser trasladado en unos días a la ciudad de México... morirá, pues en Juárez no hay equipo ni médicos especialistas que necesita, confirma su madre, Luz Bujanda.

Apenas en diciembre del año pasado, con 17 años de edad, fue diagnosticado con aplasia medular, un padecimiento que, según la Fundación Josep Carreras Contra la Leucemia, aparece en apenas 1.5 personas por cada millón a nivel mundial.

Su única posibilidad de seguir con vida es que sea atendido en el Centro Médico Nacional Siglo XXI o en su defecto en un hospital de Monterrey, ambos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); sin embargo, personal de la institución ha revelado extraoficialmente a la familia que el traslado es muy complicado, por la alta demanda que tienen dichos sanatorios.

“Me dijo una persona que trabaja en el Seguro Social que lo tienen que llevar ya al Distrito Federal o va a morir, que aquí no pueden hacer nada por él, pero que el tramite tarda varias semanas y quizá no sobreviva tanto tiempo, sólo allá tienen la tecnología que Leo necesita”, comentó su madre.

El trámite para el traslado se inició hace unos días, pero no han tenido respuesta, señala.

Entre llantos, la señora Bujanda relata que Leonardo necesita un tratamiento muy agresivo, ya que el que se le administró en la clínica 35 del IMSS de esta ciudad fronteriza, ha dado muy pocos resultados.

Parte del tratamiento consiste —desde diciembre— en reunir 150 donadores de sangre que solicitaron los médicos, lo que implica que unas 500 personas acudan a que se les apliquen los estudios correspondientes.

La aplasia provoca un grave déficit en plaquetas, lo que a su vez suele producir hematomas tras mínimos traumatismos, sangrado de encías, nariz o en los ojos, así como hemorragias graves en cualquier parte del cuerpo.

“En un mes perdió cinco kilos de peso, lo alimentamos con un popote porque le sangran las encías y no puede masticar. Ya no pueden hacer nada por él, debe someterse al nuevo tratamiento y posteriormente a un trasplante de médula ósea, pero el tiempo está en contra”, narra.

El joven estudiante de preparatoria se mantiene de buen ánimo, a pesar de que los médicos le plantearon al inicio de este año que sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR