La violencia alcanza incluso a los atletas en todo el mundo
Antonio Esquivel BernalCIUDAD DE MÉXICO, abril 21 (EL UNIVERSAL).- La violencia cada vez es más frecuente en el mundo y varios atletas han estado en los lugares sacudidos por atentados. Sin embargo, de manera milagrosa han salvado el pellejo y hoy viven para contarla.
Apenas en marzo, en el aeropuerto de Bruselas, y en una estación del metro en Bélgica hubo una serie de bombazos que causaron varias muertes. Esa mañana se encontraban en la terminal aérea Cédric Bakambu, jugador del Villarreal y Dieumerci Mbokani del Norwich inglés, quienes iban a jugar un partido con la selección del Congo en la eliminatoria rumbo a la Copa Africana de Naciones del 2017.
Ambos jugadores estaban muy asustados, pero afortunadamente para ellos no hubo lesiones qué lamentar.
Otro de los deportistas que fue testigo de esos destrozos fue el ex jugador de los Rockets de Houston, Dikembe Mutombo, quien unos minutos después de los estallidos se encontraba en el aeropuerto internacional de Zaventem.
Dios es bueno. Estoy en el aeropuerto de Bruselas con esta locura. Estoy bien y a salvo aquí, escribió Mutombo aquel día en su página de Facebook.
El también ex poste de los Halcones de Atlanta de la NBA iba a viajar esa mañana rumbo al Congo para dar una conferencia y ayudar a los enfermos de cáncer cervical, así que debió recorrer su itinerario.
Campeones de la vida
Luis Fernando Montoya se hizo famoso por hacer campeón en la Copa Libertadores al Once Caldas de Colombia en 2004, pero su popularidad llegó al máximo, debido a una tragedia.
El ahora ex director técnico y su esposa fueron asaltados en su país natal y en el altercado recibió dos balazos que le causaron una cuadriplejia, a pesar de que se dijo que su mal es incurable lucha todos los días por salir adelante y en Colombia se le conoce como el Campeón de la Vida.
Otro que fue víctima de la violencia fue Salvador Cabañas, quien el 25 de enero de 2010 recibió un disparo en la cabeza, en el Bar-Bar, por parte de un narcotraficante al que se le conoce como el J.J.
La bala tuvo que se encapsulada y el delantero paraguayo se vio obligado a retirarse del futbol cuando jugaba con el América y con su Selección. Hoy vive para contarla, alejado del futbol, y tiene una modesta panadería en Itaguá, Paraguay.
Otra atleta que fue víctima de la violencia fue Mónica Seles. La tenista de origen serbio recibió una puñalada en la espalda el 30 de abril de 1993, cuando jugaba un...
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