Xhani: la muñeca que enseña otomí

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 4 de agosto)Jóvenes y artesanos queretanos crearon una figura capaz de reproducir frases en español y lengua indígena. Así buscan evitar la pérdida del otomí y la discriminaciónAndrea Ahedo

SANTIAGO DE QUERÉTARO, Qro., agosto 6 (EL UNIVERSAL).- Si aprietas cerca de su corazón ella se presenta. "Mi nombre es Xhani", dice. Es una muñeca otomí, nació en Querétaro. Su cabello está hecho de estambre negro y la peinan de trenzas decoradas con listones coloridos. Sus ojos son negros, su nariz y labios, rojos. Viste una blusa con cuello de encaje blanco y falda larga, ambas están hechas con telas que asemejan la flora y fauna de las comunidades donde vive.

Xhani ha viajado por México y el extranjero al menos 500 veces con sus tenis hechos de foami. Algunas mujeres la han adoptado para que les enseñe frases en otomí. Su voz es de una mujer adulta, porque como en las comunidades, las madres y abuelas son las que enseñan a sus hijos e hijas la lengua. "Hadi, hanja gí?bui?": "Hola, ¿cómo estás?2, pregunta.

Desde 2015, Xhani tiene una misión: evitar que el otomí muera y compartirlo con el mayor número de personas y nuevas generaciones. Quienes la crearon fueron un grupo de emprendedores sociales que se hacen llamar Yosoyoho, o "yo soy dos" en español. Porque los mexicanos, como dicen ellos, "no somos uno, somos parte de un combinación cultural".

En el país, de los 127 millones de habitantes, sólo 6.5% habla alguna lengua indígena, es decir, un poco más de 7 millones, de acuerdo con el Inegi. El otomí es una lengua presente en sólo 4.5% e incluso así se considera una de las más habladas.

En el libro Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparecer, publicado en 2012, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) asegura que es muy probable que para finales del siglo 21 más de 5 mil lenguas en el mundo desaparezcan, un daño para toda la humanidad, "pues se pierden diferentes maneras de pensar, la cultura que expresa una lengua, la identidad y la diversidad del mundo".

La pérdida de la lengua

Por más de dos años, Román Sauza y Laura Arciga convivieron con otomíes. En 2011 comenzaron sus prácticas de campo de las carreras de Antropología y Sociología, respectivamente, en tres municipios de Querétaro. Comieron y platicaron con curanderos para conocer cómo practicaban la medicina tradicional. Así atestiguaron algunos problemas que sufren las comunidades indígenas en México, uno de ellos, la...

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